Rasgo dominante en los investigadores eminentes es la altiva independencia de criterio. Ante la obra de sus predecesores y maestros no permanecem suspensos y anonados, sino recelosos y escuadriñadores. Aquellos espíritua que, como Vesalio, Eustaquio y Harveo, corrigieram la obra anatómica de Galeno, y aquellos otros lhamados Copérnico, Keplero, Newton y Huyghens, que echaram abajo la astronomia de los antiguos, fueram sin duda preclaros entendimientos, pero, ante todo, poseyeron individualidad mental ambiciosa y descontentadiza y osadia crítica extraordinaria. De los dóciles y humildes pueden salir los santos, pocas vezes los sabios.
Santiago Ramón y Cajal
Reglas y Consejos sobre la Investigación Científica
1941
Reglas y Consejos sobre la Investigación Científica
1941